Monday, December 19, 2005

La vieja ciudad del Sur

Paseo por el laberinto de la vieja ciudad del sur. Es un decorado de ópera trágica, con balcones repletos de enredaderas y rejas robustas. Huele a azahar y a jazmín, desplegados tempranamente por una primavera aún lejana. Columnas de piedra embutidas en las paredes bajo el crepúsculo iluminado por fachadas carmesíes y blancos puros. Se oyen mis pasos, chocando con la imperceptible capa de piedras incrustadas en el pavimetno y bloques tallados que aún llevan la marca de los canteros. Cuando llega el verano, se pueden oír los ronquidos, los lamentos y los vacíos de los desesperados mientras se pasea. Aún hay gatos que saltan de un tejado a otro, y calles donde algún personaje de leyenda parece haber nacido. Hay fantasmas, buenos y malos. Mujeres muy viejas barren las aceras de las puertas de sus casas antiguas, donde se despliega el hinojo, el clavel y las rosas de injerto antiguo. Aún se reúnen por las tardes en los salientes de las puertas, para ver pasar a la gente. Todavía persevera un embrujo de antañó, propagado por los faroles de iluminación comedida. Hay, encerrados en estos muros, una suerte de tiempo que ya no pasa. Herrumbres nobles, blasones severos, frontispicios con sentencias latinas, guadamecíes, persianas de esparto y ese dulce y permanente rumor del agua que cae en las fuentes de los patios porticados. Es el sur, avejentado y señorial, que se resiste a morir de olvido. Ay, el olvido.

1 Comments:

Blogger Mar Ruiz said...

Qué hermosura!!
Anhelo el Sur, amo el Sur.
¿Cómo es posible que despiertes y te encuentres un día con ese sueño, ahí, al alcance de la mano?...gracias a los que sabéis algo de magia, elixir de verbos y adjetivos, pizquilla de duende que alegra nuestros días.
Gracias de nuevo. Nos veremos.

1:38 PM  

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